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Ven al Sanador (IsaĆ­as 53:4-5)

  • Writer: Hector Santana Rodriguez
    Hector Santana Rodriguez
  • Oct 7, 2017
  • 2 min read

Updated: Oct 8, 2022


Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido. Mas El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados —IsaĆ­as 53:4-5

¿Para qué memorizamos la Palabra de Dios? Para poder honrarle (Salmo 19:11). Sin embargo, muchas veces el memorizarlas es una disciplina infructuosa debido a que equiparamos memorizar con aprender. Pudiéramos llenar nuestras mentes de Biblia; pero a menos que Dios haga algo con dicha palabra, ésta no nos ayudarÔ. De hecho, en el año 2010, el Pew Research Center publicó los resultados de su encuesta afirmando, conforme a su muestra, que un ateo promedio conoce mÔs la Biblia que uno que profesa ser cristiano.


Hay algo en nuestro pasaje que puede ser la clave para que veas progreso significativo al caminar con Cristo. Cuando Dios pone vida en un corazón, hace a la vez que su satifacción plena sea Cristo, y que el obedecerle sea su mayor gozo. JesĆŗs pensó bien de sus discĆ­pulos aĆŗn cuando le fallaron y no velaron; ā€œel EspĆ­ritu estĆ” dispuesto.ā€


El salmista, por su parte, desea ser fiel a Dios; pero sabe que sus mayores esfuerzos no resultarĆ”n en piedad. Sólo podrĆ” agradarle si Dios ilumina su entendimiento y vivifica la Palabra en su corazón. ā€œEnsƩƱameā€ es el gemido de un corazón suplicante que desea hacer la voluntad de Dios. Y refuerza esta idea con la segunda frase: ā€œunifica mi corazón para que tema tu nombre.ā€ El sentido del salmista es que Dios le conceda pureza de corazón para poder entonces honrarlo. ā€œEl hombre no enseƱado por el EspĆ­ritu Santo puede anhelar conocer un Ser moral, pero no tiene deseos de conocer un Ser espiritualā€ (John Hyatt)


Mi hermano, debes anhelar vivir para Cristo, aprecia Su palabra y esfuĆ©rzate en ponerla por obra; porque si tu vida no es impactada dramĆ”ticamente por ella, pondrĆ”s en entredicho el poder transformador del Evangelio, dejarĆ”s indefensa tu propia alma, y tu propósito en esta tierra no serĆ” cumplido (Mateo 5:13). ā€œĀæQuĆ© ventaja tiene el carpintero en poseer una regla, si la echa a un lado y no la usa para medir o escuadrar? ĀæEn quĆ© somos mejores al poseer la regla de la Palabra, si no hacemos uso de ella y no regulamos nuestras vidas por medio de ella?ā€ (Thomas Watson).


Pero ĀæOras como el salmista para que Dios abra los ojos de tu entendimiento?

¿Le pides que Su palabra te capacite para comprender cuÔl es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad de Su amor?


ĀæClamas para que Sus testimonios te hagan conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que seas lleno hasta la medida de toda la plenitud de Dios? (Efesios 3:18-19).


Que el Salmo 86:11 se convierta en parte vital de tu vida de oración, y que experimentes el poder transformador de la palabra de Cristo.


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