Predicación del Evangelio y la Cosecha Asegurada (Romanos 10:13-14 [15])
- Hector Santana Rodriguez
- Jan 7, 2017
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Updated: Jan 7, 2022

āporque todo aquel que invocare el nombre del SeƱor, serĆ” salvo.ā ĀæCómo, pues, invocarĆ”n a aquel en el cual no han creĆdo? ĀæY cómo creerĆ”n en aquel de quien no han oĆdo? ĀæY cómo oirĆ”n sin haber quien les predique? ĀæY cómo predicarĆ”n si no fueren enviados? Como estĆ” escrito: Ā”CuĆ”n hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!ā āRomanos 10:13-14 [15]
No deja de impactarme el recordar cuando aquel Ć”ngel del SeƱor le pide a Felipe que asistiera al etĆope que regresaba de JerusalĆ©n leyendo las Escrituras. ĀæHabĆa necesidad de la intervención de Felipe cuando la Palabra es suficiente para sacar al hombre de la mĆ”s profunda oscuridad? (Salmo 19:8b). ĀæPor quĆ© un hombre mĆ”s preparado que Felipe necesitaba ayuda para entender?. Pero ĀæPor quĆ© el Ć”ngel no acudió y, en cambio, llama a un hombre pecador para que le explique la Palabra?
Lo cierto es que Flipe acude, y al escucharle leer en IsaĆas, le pregunta: āā¦Pero Āæentiendes lo que lees?ā. Y Ć©l le responde: āĀæY cómo podrĆ©, si alguno no me enseƱare? Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con Ć©lā (Hechos 8:29-31).
Aquel funcionario de EtiopĆa pidió a un desconocido que le hablara de AquĆ©l a quien se referĆa la profecĆa, y Felipe le anunció el evangelio de JesĆŗs (Hechos 8:35). El resultado fue maravilloso; un corazón de piedra transformado en un corazón de carne.
Pero insisto; ĀæNo era suficiente la Biblia para su conversión? ĀæNo podĆa ser el Ć”ngel el mensajero para traer las buenas nuevas? HabĆa por lo menos un precedente (Lucas 2:11). Creo que nuestra mejor conclusión es que Dios estĆ” aquĆ siendo consistente con lo que algunos aƱos despuĆ©s afirmarĆa el apóstol Pablo; que āā¦agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicaciónā (1 Corintios 1:21b).
La salvación es un regalo de Dios; pero tambiĆ©n lo es cada detalle que interviene en el proceso que culminarĆ” en una nueva vida. Y lo hace de tal manera que la gloria sólo puede recaer sobre Ćl. Dios llama, capacita, y pone una chispa en el corazón de hombres dĆ©biles que van a abrir sus labios como heraldos que hablan a oĆdos que Dios mismo ha preparado para que reaccionen favorablemente al Evangelio; y estos corazones confiesan a todos los hombres que JesĆŗs es SeƱor y Salvador de sus vidas. ĀæVen por quĆ© no puede fallar?
Hermanos, oremos intensamente, no sólo para que la palabra de Dios sea conocida en todos los rincones de la tierra, sino por aquellos que Ćl envĆa y los que ha de enviar; por los corazones que estĆ”n esperando. Y no es que el hombre natural busca a Dios, sino que recordamos a JesĆŗs cuando nos dice que los campos estĆ”n listos para la siega y que oremos para que el SeƱor de la mĆes envĆe obreros (Juan 4:35, Mateo 9:38).
Israel esperó con ansias este tiempo; nosotros tenemos el privilegio de vivirlo (IsaĆas 52). Gózate y da Ā”Gloria a Dios! por aquellos que anuncian el Evangelio.
ĀæCómo esta realidad de la intervención de Dios en cada fase de Su obra afecta tu vida de oración? Sin proclamación, no hay salvación. Dios lo ha establecido asĆ.