top of page
  • Writer's pictureHector Santana Rodriguez

No temas el sufrir (Apo 2:10)

No temas lo que estás por sufrir. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. —Apocalipsis 2:10

Un hombre fue advertido que no continuara hacia Jerusalén pues sería entregado a las autoridades. Sus amigos le persuadían para que desistiese. Les respondió: “…listo estoy no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús” (Hch 21:13). Muchos creyentes viven sus vidas pidiéndole al Señor que los libre del mal. Pero pocas realidades son tan enfatizadas en las Escrituras como el sufrimiento del creyente. Lejos de librársenos de las dificultades presentes, se nos suman muchas por el nombre de Cristo.

Así que el Señor, en nuestro texto no encubre el sufrimiento a la iglesia en Esmirna, sino que le da detalles de lo que le sobrevendría. Las fuerzas de Satán arremeterían contra esta pobre congregación. ¿No eran suficientes ya sus padecimientos? ¿No le bastaba su pobreza y su débil influencia? ¿Por qué el mensaje de Jesús es para augurarles lo peor? El autor de Hebreos dice a sus destinatarios: “aún no habéis resistido hasta la sangre”. Jesús le dice a la iglesia en Esmirna que ella sí tendría este privilegio. ¿No pudieron estas palabras hacerla flaquear? La respuesta es un rotundo NO. Porque no fue lo único que les refirió; la clave está en lo que adorna estas palabras: “No temas en nada… yo te daré la corona de la vida.

¿Te suena conocida esta frase? Por supuesto: “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32). El contexto aquí son las preocupaciones propias de esta vida, y la provisión de Jesús es la misma—no hay otra medicina. Pero hay un detalle alentador en el pasaje de Lucas. Parecería que la corona de Esmirna es condicional, pero Lucas nos muestra que no debemos temer porque ya la corona es nuestra.

El temor hace escapar al hombre de lo que considera arriesgado o peligroso. El temor entonces puede ser un poderoso impedimento del caminar gozoso y firme en pos de la voluntad del Señor, porque ese camino está lleno de obstáculos que nos pueden hacer retroceder. Jesús te dice “no temas, mantente fiel, porque nada quitará lo que he comprado para ti en la cruz”. Lo peor en esta vida puede ser definido como “sufrir hasta la muerte”, y ni siquiera esto puede separarte del amor de Dios que es en Cristo Jesús. No es un mensaje para Esmirna. Es para ti, querido hijo de Dios, cuando pasas por severas aflicciones. Él te dice: “No temas”.

 

Preguntas:

  1. En una escala de 1 a 10, ¿qué tan severo es su sufrimento actual?

  2. ¿Qué valoras más: una vida libre de sufrimiento o un futuro eterno y glorioso con Jesús?

  3. ¿En qué forma la promesa de Jesús de darle la corona de la vida te provee esperanza y ánimo en medio de sus pruebas?

Ora al Señor para que seas fiel y que tu anhelo por el cielo sea mayor que el temor por las aflicciones presentes.


Recent Posts

See All
bottom of page